Soy brasilera, nací y viví toda mi vida en San Pablo donde estudié y ejercí como abogada. Hace algunos años me mudé a la Argentina junto con mi marido, y al llegar sentí que algo personal me llamaba a hacer algo distinto.
Cuando me puse a armar mi casa no encontraba aquellos detalles que me identificaran. Quería que mi hogar tuviera esos colores con los que crecí, fue así que decidí comenzar a desarrollarlos yo misma.
Porque cambiar se trata de eso, encontrar un hogar sin olvidar las raíces.
Fue una sorpresa cuando vi que mis amigas argentinas sentían una gran alegría cuando llegaban a mi casa y una sensación de calidez que las transportaba a los lugares de su infancia. Esto me motivó a emprender Melissa Domit, un proyecto destinado a brindar productos de blanquería personalizados y artesanales de la mejor calidad, diseño y buen gusto.
Mi mamá es mi gran fuente de inspiración y mi motor en este proyecto. Ella siempre ha sido muy detallista al momento de poner la mesa y de vestir la cama. Siempre me decía que una mesa linda genera armonía y honra a los comensales, sean estos la propia familia o invitados.
Además de insistir en que si la cama está bien puesta y es acogedora, te ayuda a dormir mejor, al fin y al cabo, un buen descanso, es un buen
vivir.
Quiero que mis clientes tengan espacios alegres, únicos y singulares que puedan vestir según la ocasión. En casa pasamos gran parte de nuestra vida, compartimos con la familia, educamos a nuestros hijos y recibimos a nuestros amigos. Nuestro hogar tiene que ser un fuerte protegido y mimado. Ese lugar al que uno desea volver, porque allí es donde uno puede ser plenamente feliz, pensar en el futuro sin olvidar sus raíces.